El príncipe Mijaíl Vasílievich Skopín-Shuiski (en ruso Михаил Васильевич Скопин-Шуйский; 8
de noviembre de 1586 - 3 de mayo de 1610) fue un joven estadista ruso, figura
militar del Período Tumultuoso. Fue el último representante de una de las ramas
de la Casa de Shuya, familia de la antigua aristocracia rusa.
Habiendo
perdido a su padre - el boyardo Vasili Fiódorovich Skopín-Shuiski - a una edad
temprana, Mijaíl fue educado por su madre. Durante el reinado de Borís Godunov,
fue nombrado stólnik (asistente
del zar). Dimitri I "El Falso" lo nombró su méchnik, o porta-espadas, pidiéndole personalmente que trajera a
Marfa Ivánovna - madre de Miguel I - a Moscú desde el exilio. Durante el
reinado de Basilio IV, llegó a ser un cercano socio del zar.
Inició
su carrera militar en 1606 con la aparición del rebelde Iván Bolótnikov, a
quien derrotó en dos ocasiones, en primer lugar cerca del río Pajrá con una
pequeña unidad puesta a su disposición (después de que Bolótnikov hubiese
derrotado al ejército moscovita de Fiódor Mstislavski y otros boyardos), y
después en Kotly; después de la segunda derrota, Bolótnikov y sus hombres
huyeron hacia Tula. Skopín-Shuiski tomó parte activa en el exitoso asedio de
Tula a cargo del ejército moscovita, hasta que se puso fin a la revuelta de
Bolótnikov.
Cuando
apareció en el horizonte político Dimitri II "El Falso", el zar Vasili
Shuiski decidió buscar la ayuda de los suecos, enviando a Mijaíl Skopín-Shuiski
hacia Nóvgorod a negociar con ellos. A pesar de algunos obstáculos, Mijaíl se
las arregló para conseguir el apoyo sueco al esfuerzo bélico del zar y así, el
14 de abril de 1609, Mijáil marchó de Nóvgorod con 12.000 soldados suecos bajo
el mando de Jacob De la Gardie para salvar el trono ruso contra Dimitri II,
quien contaba con el apoyo en dinero y tropas de poderosos aristócratas de Polonia.
Skopín-Shuiski
capturó Oréshek, Tver y Torzhok, liberando el norte del país de los enemigos.
También derrotó al hetman
polaco Jan Sapieha en Kaliazin, haciéndole abandonar el sitio del Monasterio de
la Trinidad y de San Sergio. Las acciones bélicas de Mijaíl sufrieron a menudo
la falta de fondos para mantener a los mercenarios suecos y la necesidad de
adiestrar un ejército propio. Se dice, que muchos partidarios del falso Dimitri II huían al ver el ejército
de Mijaíl, de modo que esto le hizo obtener una gran reputación. En un
determinado momento, los partidarios del líder cosaco Prokopi Liapunov le
ofrecieron el trono ruso, pero Mijaíl lo rechazó. Cuando Mijaíl regresó a Moscú
a inicios de 1610, fue recibido de manera solemne como un verdadero héroe.
Estos
hechos hicieron que la envidia germinara en sus aristocráticos parientes,
especialmente Dmitri Shuiski, quien previamente había ganado fama de
incompetencia militar y debió dimitir de su puesto de comandante del ejército
moscovita en favor de Mijaíl. Se ha especulado también si el propio zar Basilio
IV había decidido deshacerse de Mijaíl Skopín-Shuiski, que con apenas 23 años
podía ser un rival para el trono ruso gracias a su origen aristocrático y su
enorme prestigio popular.
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