Dimitri I El Impostor (en cirílico: Димитрий Иоаннович), también llamado “el
Falso” (самозванец 'samozvanets', "imposter”) fue zar de Rusia del 21 de
julio de 1605 al 17 de mayo de 1606 bajo el nombre de Dimitri I Ivánovich.
Fue
uno de los tres impostores que durante el interregno, conocido como el Período
Tumultuoso, pretendió ser el hijo superviviente del zar Iván el Terrible, el
zarévich Dimitri Ivánovich. Supuestamente, Dimitri podría haber escapado en el
1591, durante un intento de asesinato. En general se acepta la idea de que el Dimitri
real fue asesinado en Úglich y que el falso era en realidad el monje Grigori, aunque no haya ninguna
prueba. Dimitri I, el falso, consiguió el trono después de asesinar al Zar
Teodoro II, que nada más tenía dieciséis años y hacia dos meses que reinaba en
Rusia.
Dimitri
apareció en la historia alrededor del año 1600, cuando impresionó al Patriarca
Job de Moscú con su sabiduría y seguridad. Sin embargo el zar Boris ordenó que
fuera arrestado y examinado, por lo que Dimitri huyó y se refugió en la corte
del príncipe Constantino Ostrogsky de Ostrog (moderna Ostroh); más tarde entró
al servicio de otra familia lituana, los Wisniowieckis. Los príncipes Adam y Michal
Wisniowiecki lo aceptaron por lo que pretendía ser, ya que esto les daría la
oportunidad de involucrarse en los asuntos de Rusia. También había rumores de
que Dimitri era un hijo ilegítimo del rey polaco Esteban I Báthory, quien reinó
de 1575 a 1586. Dimitri decía que su madre, la viuda de Iván, había anticipado
el intento de asesinato por parte de Godunov y le entregó su hijo a un doctor
que lo escondió en un monasterio. Después de la muerte del doctor, Dimitri fue
a Polonia, donde trabajó como maestro por un tiempo y después entró al servicio
de los Wisniowiecki. Mucha gente que conoció al zar Iván IV decía que Dimitri
se parecía al pequeño zarévich Dimitri. Dimitri hablaba ruso y polaco, sabía de
literatura y montaba a la perfección.
Ya
sea que creyeran o no la historia de Dimitri, los Wisniowiecki, Roman Rozynski,
Jan Sapieha y varios otros aristócratas polacos decidieron apoyarlo en contra
de Borís Godunov. En marzo de 1604 Dimitri visitó la corte de Segismundo III
Vasa, en Cracovia, que le ayudó por un tiempo con provisiones, pero no le
prometió ayuda directa. Dimitri se convirtió públicamente al catolicismo para
conseguir ayuda de la orden jesuita en 1604 y así convenció al nuncio papal en
Polonia, monseñor Rangoni, de apoyarlo en sus pretensiones. Durante esa época
Dimitri conoció a Marina Mniszech, una joven de la nobleza polaca hija del
aristócrata Jan Mniszech, y pidió su mano en matrimonio, prometiendo dar a la
familia Mniszech las provincias de Pskov, Nóvgorod, y Smolensk, como pago a su
ayuda financiera para recuperar su herencia.
Cuando
Borís Godunov tuvo noticias acerca del pretendiente, dijo que ese hombre no era
más que un monje renegado llamado
Grigori Otrépiev, pero se desconoce cómo obtuvo esa información. Algunos
boyardos comenzaron a aceptar las reivindicaciones de Dimitri debido a que esto
les daba una excusa legítima para no pagar impuestos al zar, mientras otros
aristócratas rusos vieron en Dimitri una herramienta para sublevarse, atacando
la legitimidad de Godunov.
Dimitri
atrajo cierto número de partidarios entre la nobleza de Polonia, logró ayuda
financiera para contratar mercenarios, y logró formar un pequeño ejército.
Además, consiguió tras muchas gestiones la ayuda oficial del reino de Polonia-Lituania,
ya que el rey Segismundo III Vasa le dio 3.500 soldados. Con esas fuerzas
Dimitri entró en Rusia en junio de 1604. Los enemigos de Godunov, incluyendo
los cosacos del sur, se unieron, y así las fuerzas reunidas libraron dos
batallas contra las fuerzas enviadas por Godunov. La primera la ganó Dimitri,
capturando Chernígov, Putivl, Sebsk y Kursk, pero fue derrotado severamente por
las tropas leales a Godunov en la segunda batalla y su ejército estuvo a punto
de disgregarse, lo cual solo fue evitado por los grandes esfuerzos de los
nobles polacos.
No
obstante la derrota de Dimitri, muchos boyardos rusos siguieron adhiriéndose al
bando del pretendiente a lo largo del invierno de 1604-1605, lo cual aprovechó
Dimitri para recomponer sus fuerzas con ayuda polaca. Cuando iba a iniciarse
una nueva campaña, el 13 de abril de 1605 murió repentinamente Borís Godunov en
Moscú; en cuanto la noticia se difundió en el resto de Rusia cundió el caos
entre las tropas leales al zar, y muchos soldados rusos comenzaron a pasarse al
bando de Dimitri. Los boyardos rusos que apoyaban a Dimitri propagaron que la
muerte de Borís Godunov era una "señal" de su ilegitimidad y
alentaron a las masas a desobedecer al hijo de Borís, que había asumido
apresuradamente el trono ruso con el nombre de Fiódor II.
Durante
algunas semanas el joven Fiódor II trató de consolidar su poder y retener la
lealtad de algunos boyardos, pero fracasó por completo cuando los propios
aristócratas de Moscú le retiraron su apoyo. El 1 de junio llegaron por
sorpresa a Moscú los enviados de Dimitri con las cartas que anunciaban y
proclamaban su derecho al trono, tras lo cual un grupo de boyardos en Moscú
encarceló de inmediato a Fiódor II. El 15 de junio Fiódor II y su madre fueron
asesinados. El 20 de junio hizo su entrada triunfal Dimitri el impostor y el 21
fue coronado zar por un nuevo patriarca que él mismo eligió, el griego Ignacio.
Al
principio el nuevo zar trató de consolidar su poder, visitó la tumba del zar Iván
el Terrible y fue al convento donde estaba recluida la viuda de Iván, María
Nagaya, quien lo aceptó como su hijo. La familia Godunov fue ejecutada, con
excepción de la princesa Ksenia Godunova a quien tomó como concubina. A muchas
de las familias a quienes Godunov exilió, como los Shuiski, Golitsin y Románov,
se les permitió regresar a Moscú. Nombró metropolitano de Rostov a Fiódor
Románov. El primer patriarca ortodoxo de Rusia, Job de Moscú, que no lo quiso
reconocer como zar, fue enviado al exilio.Planeó
introducir una serie de reformas políticas y económicas. Introdujo el Día de
Yuri, un día en que a los siervos se les permitía pasar al servicio de otro
amo para mejorar sus condiciones.
En
política exterior el Falso Dimitri quería una alianza de Rusia con la Mancomunidad
polaco-lituana y con el Papado. Planeaba también una guerra contra el Imperio otomano,
por lo que ordenó una producción en masa de armas de fuego. Cabe destacar que
en su correspondencia firmaba como Emperador de Toda Rusia, un siglo
antes que Pedro el Grande usara esa expresión.
La
Iglesia Ortodoxa Rusa, empezó a percibir una amenaza a sus privilegios en el
hecho que la comitiva del zar estuviese llena de sacerdotes católicos, quienes
así ganaban gran influencia en Rusia. Los enemigos de Dimitri ganaron pronto el
apoyo popular, especialmente porque el zar estaba custodiado por tropas polacas
y lituanas, quienes abusaban de la población moscovita sin que Dimitri lo
impidiera. Además, las principales familias de la aristocracia rusa veían
alarmadas que el nuevo zar se apoyara casi exclusivamente en caudillos
militares de la szlachta polaca y postergara a sus aliados rusos. Por otro
lado, los grandes compromisos que Dimitri había adquirido con aristócratas
polacos para que le otorgaran soldados y dinero, hacían imposible que el nuevo
zar prescindiera del apoyo extranjero.
Ante
esta situación el descontento se extendió entre los boyardos y el pueblo, que
dejaron de apoyar a Dimitri. Los boyardos liderados por el príncipe Vasili
Shuisky comenzaron a conspirar en su contra, acusándolo de fomentar el catolicismo
romano y la sodomía, además de poner en duda abiertamente si Dimitri era el
hijo de Iván el Terrible. Con esto la posición de Dimitri se hizo muy precaria,
al haberse ganado poderosos enemigos dentro de la Iglesia Ortodoxa Rusa y la aristocracia
rusa, además de perder la adhesión de las masas.
El
6 de mayo de 1606, Dimitri se casó con Marina Mniszech en Moscú.
Tradicionalmente cuando un zar ruso se casaba con una mujer de otra religión,
era la esposa quien se convertía al cristianismo ortodoxo, pero para sorpresa
de todos Marina Mniszech no lo hizo. Esta situación inusual hizo pensar que
Dimitri había prometido a sus partidarios polacos (y además católicos)
convertir a Rusia al catolicismo romano después de ganar el trono. Esta
situación irritó a los líderes de la Iglesia Ortodoxa Rusa que percibían lo
sucedido en la boda del zar como la fase previa a la conversión del propio
Dimitri a la fe católica y la consiguiente implantación del catolicismo en
Rusia. El hecho que casi todos los clérigos católicos llegados con Dimitri
fuesen polacos hacía más detestable e impopular esa perspectiva.
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